De las tres disciplinas del triatlón, la que menos me gusta es NADAR.
La explicación está clara, no disfrutas de una disciplina hasta que no la controlas del todo. Puedes meter largos y largos en una piscina, pero eso no significa, a mi entender, que domines la natación.
A parte de la técnica, dominar la natación para mi es tener conciencia de tener diferentes ritmos dentro del agua, es lo mismo que correr.
Cuando salgo a correr no voy siempre a 3’30’’ o a 6’30’’ el km, si no que depende del día: unos días haces series, ruedas a tal pulso, haces largos...etc.
Creo que en el agua debe pasar lo mismo, no siempre vas al mismo ritmo; habrá unos días que deberás ir a 1’30 y otros a 2’30’’, y así trabajar las diferentes intensidades.
De momento yo no controlo tanto para diferenciar entre los diferentes ritmos, pero empiezo a ver como van apareciendo, y ésto se debe a meter algo de cabeza en los entrenamientos del agua.
Por ésto, me he propuesto ir por este camino, igual que en su día hice con correr; no mejoré corriendo siempre al mismo ritmo, si no que cada día eran diferentes intensidades, y sobre todo y lo más importante es controlar el pulso, y como en el agua no llevo, pues me controlo por el agobio que tengo por sacar la cabezota del agua.
1,2,3 GOOOOO¡¡¡¡¡
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